La sequedad es una condición en la que la piel se vuelve áspera, escamosa y con descamación. Esta condición puede ser causada por una variedad de factores, como la exposición al sol, el envejecimiento, la exposición a productos químicos, la deshidratación, la falta de humedad en el aire, el uso de productos para el cuidado de la piel inadecuados o incluso la exposición a productos químicos. Los síntomas de la sequedad pueden variar desde una ligera sensación de picazón hasta una erupción cutánea dolorosa y enrojecida. Los tratamientos para la sequedad pueden incluir productos para el cuidado de la piel, como cremas y lociones hidratantes, así como medicamentos orales, como suplementos de vitamina E. También se pueden usar remedios caseros, como aceites naturales, para aliviar los síntomas.